Se encuentra ubicado en la región cordillerana de las provincias de Neuquén y Río Negro, con una superficie total de 758.100 hectáreas, de las cuales 428.100 pertenecen al Parque y 330.000 constituyen la Reserva Nacional. Fue creado en el año 1934, con la sanción de la primera ley de Parques Nacionales Nº 12.103, a raíz de la donación de 7.500 hectáreas hecha por el Perito Francisco P. Moreno, el 6 de noviembre de 1903.
Comprende parte de la región andina de las provincias de Neuquén y Río Negro. De sus numerosos lagos, el más extenso es el Nahuel Huapi, con una superficie de 557 km2 y una profundidad superior a 400 m. Navegar por sus aguas azules y casi siempre encrespadas, constituye uno de los más gratos paseos. Este lago está limitado al Oeste por el cerro Tres Hermanos y, al Este, por el nacimiento del río Limay. Su parte occidental se halla rodeada por altas cumbres, casi siempre nevadas. Recibe numerosos ríos y arroyos tributarios y dos lagos pintorescos forman parte de su sistema: Espejo y Correntoso. En el extremo norte del Parque están los lagos Traful, Villarino y Falkner; todos ricos en truchas y salmones.
Las excursiones a través del lago Nahuel Huapi parten desde Puerto Pañuelo y Playa Bonita principalmente, con cómodos servicios de embarcaciones. El trayecto permite conocer, entre otros lugares, la Isla Victoria, con sus densos bosques de coníferas y un gran número de espléndida forestación. Allí viven en libertad muchos ciervos y es asiento de la escuela de guardaparques. Funcionan dos hosterías y tiene áreas para acampar.
Otra excursión lacustre nos lleva a Puerto Blest, en el extremo occidental del lago, a través del pintoresco brazo Blest, de orillas frondosas salpicadas de cascadas. Previamente se pasa por la Isla Centinela, donde está el mausoleo que guarda los restos del Perito Moreno, precursor de los Parques Nacionales. Resulta interesante conocer el Lago Los Cántaros y la laguna Frías, rodeados de montañas pobladas de cipreses, coihues y grandes rocas cortadas a pique.
Desde la ciudad de San Carlos de Bariloche como centro, puede accederse en auto, o incluso con los ómnibus de servicio local, a interesantes y concurridos atractivos turísticos como el cerro Catedral, famoso centro de deportes invernales como snowboard y esquí. Cuenta con excelente infraestructura turística como hoteles, refugios de montaña, confiterías, etc.
Quienes gustan de escenarios naturales tienen la posibilidad de visitar el imponente Cerro Tronador, de 3.554 m de altura. Su cumbre está cubierta de nieves eternas. Puede accederse al frente terminal del glaciar y a los ventisqueros. En la cumbre del cerro Otto, frente al lago Nahuel Huapi y muy cerca del centro de la ciudad de Bariloche, hay un mirador desde el cual se ve un espectacular panorama de la región. Otro lugar de interés es Llao Llao, donde se encuentra el famoso Hotel del mismo nombre, uno de los más suntuosos en todo el mundo. Podrá ver también su cancha de golf rodeada de lago y montañas, y su Puerto Pañuelo. Otro lugar hermoso es el Lago Mascardi, rodeado de montañas y densos bosques de Coihues.
Bariloche posee centros de diversión nocturna, boutiques, hoteles de gran nivel de confort, hostels y centros de expresión artística y cultural. La cantidad de puntos de visita es interminable, pudiéndose destacar el Centro de Capacitación de Guardaparques “Bernabé Méndez”, único establecimiento en su género en América del Sur. También se destacan la fábrica de cerámicas, la Estación de Salmonicultura y el Museo de la Patagonia Francisco P. Moreno.
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